Historia

ESBOZO DE LA HISTORIA DEL LEVANTAMIENTO DE COLUMNAS DE LA RLS COMPASS No. 1811 DEL ORIENTE DE WASHINGTON DC

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LA HISTORIA DE RLS COMPASS 1811

 

Levantar columnas de una Logia no es nada sencillo dado que conlleva a un proceso largo de tiempo, de espera, de zozobra, y también exige el despliegue de mucho trabajo. Quienes tuvieron el coraje de lanzarse a la aventura de levantar columnas de nuestra RLS Compass No. 1811 pueden dar fe de estas palabras. Desde la germinación de la idea, por diciembre del 2007, o tal vez desde mucho antes, hasta la Ceremonia de Consagración, el 11 de noviembre del 2009, debió transcurrir casi dos años, un año de gestación y búsqueda de apoyo con la finalidad de convencer al equipo decisor, y otro de prueba, con la intención de alcanzar satisfacción a la Gran Logia, para recién ver coronados nuestros esfuerzos con la mejor de las recompensas.

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Hecha la introducción, podríamos decir, entonces, que la historia de una Logia comprende tres etapas:

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1. Etapa de gestación y búsqueda de apoyo

2. Etapa de prueba, y

3. Etapa como RLS ya consagrada

 

Las dos primeras corresponden a la historia del levantamiento de columnas, cuyo esbozo, que comprende algunos eventos bastante resumidos y algunas fechas relevantes, es el objetivo de este trabajo.

 

Al parecer, la primera etapa, la de gestación y búsqueda de apoyo, se inició a finales del 2007, o como se dijo, tal vez las primeras corrientes se fueron gestando desde mucho antes, pero lo cierto es que por esa época, entre fines del 2007 y comienzos del 2008, varios HH que trabajaban en otras Logias coincidieron en que una nueva, y multinacional, podría ser saludable para muchos HH de habla hispana.

 

Tras la aceptación y confirmación de una cantidad aceptable de HH se procedió, ya entrado el 2008, a efectivizar las reuniones de trabajo y, paralelamente, a promover reuniones de coordinación con la Gran Logia, siendo por ese entones Gran Maestro el MRH Akram Elias, y Past Gran Maestro el MRH Robert E. Heyat que, a nuestro modo de ver, fueron ambos los artífices, tal vez en especial el segundo, de la existencia de nuestra Logia, pues gracias a él, y como consecuencia de la fe por el nuevo Taller, convenció al Gran Maestro nos extendiera nuestra Carta de Dispensación como Logia Regular, pero eso ocurrió poco después.

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